El sector está a punto de recuperar todo lo perdido por el impacto del COVID-19 del año anterior
El sector de la construcción vasco cerró 2021 de manera en general bien equilibrada, aunque la actividad se desaceleró en la segunda mitad del año, en línea con la evolución de la economía en general. A la espera de que los empresarios lean los datos, la producción de condominios y obras civiles subió 7,2 por ciento el año pasado.
La etapa final de los frenos no permitió que la industria recuperara todo lo que perdió ante la irrupción del nuevo coronavirus, pues cayó 8,1% en 2020. Sin embargo, eso fue lo suficientemente rápido como para superar la cifra de 2017, la recuperación de la crisis financiera de 2008.
Cabe recordar que el ladrillo fue la última industria en ese momento en alcanzar los niveles previos al desplome, pero luego enfrentó con mayor fuerza la desaceleración que se presentó a finales de 2019.
Entonces, si bien el impulso anterior al covid del año pasado no se recuperó, los resultados fueron muy positivos y solidificaron la posición de este año. Todo ello sumido en las mismas tensiones que otras economías: altos precios de la energía y las materias primas, y una guerra en Europa que supone una grave amenaza para el crecimiento económico en una semana.
El Instituto Vasco de Estadística (Eustat) dio a conocer ayer los datos de la industria del último trimestre del año y analizó la evolución del ejercicio completo. La producción de la construcción en la CA de Euskadi aumentó un 4,8% entre octubre de 2021 y noviembre de 2021 respecto al mismo periodo de 2020.
El repunte de todo el año fue de poco más del 7 %, tras un aumento interanual del 7,8 % en la construcción y un aumento interanual del 3,6 % en la ingeniería civil. En otras palabras, la construcción de viviendas fue el principal motor del crecimiento y la inversión del sector público siguió rezagada unos pasos.
Reactivación Tras el estancamiento de principios de año (al menos un 0,3% en el primer trimestre), la actividad en el segundo trimestre repuntó con fuerza, acercándose al 15%. Esta comparación estaba distorsionada porque se mide en meses de confinamiento, pero se ha consolidado una fuerza reactivada (4,1%) en el tercer trimestre, y se mantiene en un nivel aceptable en el último trimestre, cercano al 5%. No obstante, en tasa intertrimestral de octubre a diciembre, la actividad retrocedió ligeramente un 0,2% una vez corregidos los efectos estacionales.
En comparación con el tercer trimestre del año pasado, la reducción de la actividad observada se debe al comportamiento de la ingeniería civil, la actividad de construcción teniendo en cuenta el crecimiento de solo el 0,7%, la disminución desestacionalizada del 5,5%.
Todo parece indicar que la desaceleración de la última parte del año se debe a una desaceleración económica general. También por el posible impacto de la inversión pública en el sector en meses anteriores para paliar el impacto económico del coronavirus.
La evolución en el capítulo del empleo también fue positiva en el conjunto del año, aunque en menor medida. Tras un incremento en relación al tercer trimestre de 2021 del 0,9%, el índice de personal ocupado se ha situado un 2,4% por encima del observado el cuarto trimestre del año 2020. En el conjunto del ejercicio pasado 2021, el personal ocupado es un 0,4% superior al observado en el año precedente.
Fuente: noticiasdealava.eus