La nuda propiedad es una compra-venta de vivienda poco habitual pero que puede resultar muy interesante tanto para el comprador, porque el precio suele ser más reducido, como para al vendedor, que aunque venda su casa puede seguir viviendo en ella.
Los vendedores que optan por la nuda propiedad suelen ser personas mayores que quieren seguir viviendo en su vivienda pero necesitan liquidez, por lo que venden su vivienda a un precio inferior a cambio de seguir viviendo en su vivienda, hasta que mueren. La ventaja para los compradores es que la casa puede tener un precio atractivo de 20-25, o incluso 30%, más barato que lo que se paga en el área, pero la desventaja es tener que esperar hasta que el vendedor muera para disfrutar de la casa. Es un enfoque inusual, pero tiene su interés.
La directora de la Agencia Inmobiliaria Arrigain de Donostia, Mari Jose Hernández, explica en qué consiste este tipo de compraventa en el «Boulevard» de Radio Euskadi. En primer lugar, quiere dejar claro que “la protección del usufructo o derecho de uso es total para el vendedor y total garantía para las personas que en él habitan”. En lo que a él respecta, el comprador suele ser alguien que «tiene el dinero pero no lo necesita, y en lugar de ponerlo en un fondo de inversión, lo pone en un título de propiedad». Tal y como explica Mari Jose, existen diferentes formas de pago: rentas vitalicias, alquiler por tiempo determinado, venta de usufructo o derecho de uso.
Maialen y su esposo compraron una casa vacante en el barrio de San Sebastián Gros, una de las zonas más populares de la ciudad, a dos mujeres mayores de 90 años. “Si no fuera así, no podríamos acceder”, explica Maialen. Se hicieron con el apartamento un 30% más barato.
Carmen, 72 años, ha contado su experiencia puesto que ha vendido su piso, en el cual se queda de alquiler unos años, y después se mudará a otra vivienda.
Fuente: eitb.eus